Del lat. heros, -ōis, y este del gr. ἥρως hḗrōs; la forma f.,
del gr. ἡρωΐνη hērōḯnē.
1. m. y
f. Persona que realiza una acción muy abnegada en beneficio de una causa noble.
2. m. y
f. Persona ilustre y famosa por sus hazañas o virtudes.
3. m. y
f. En un poema o relato, personaje destacado que actúa de una manera valerosa yarriesgada.
4. m. y
f. Protagonista de una obra de ficción.
5. m. y
f. Persona a la que alguien convierte en objeto de su especial admiración.
6. m. En la mitología antigua, hombre nacido de un dios o una diosa y de un ser humano, por locual era considerado más que hombre y menos que dios; p.
ej., Hércules, Aquiles, Eneas, etc.
Durante
esta crisis sanitaria, se ha elevado al personal sanitario a la categoría de “héroes”,
por ser el colectivo que más se enfrentaba al virus. Una falsa (e interesada)
elevación de estos profesionales. Imaginemos por un momento que en vez de
sanitarios, son trabajadores de la construcción. Unos trabajadores que tienen
que trabajar sin arneses, cascos o botas de seguridad. Con contratos de fin de
obra, de un par de meses o incluso semanas, por “necesidades de producción”. Echando
un montón de horas para acabar a tiempo ¿Les llamaríamos héroes? No, serian
trabajadores precarios. Justamente lo que son los sanitarios.
Desde
hace años, una gran mayoría sufre el estrés de contratos brevísimos, teniendo
que estar constantemente pendientes del teléfono, pudiendo llamarles (y
despedirles) de un día para otro. Con unos sueldos base bajos, que deben
complementar a base de horas extras. Ahora encima han trabajado con falta de
material de seguridad de garantías, sufriendo un alto riesgo de contagio. Para
rematar, han sufrido la falta de test del virus, ignorando si han sido
contagiados o no, e incluso intentando en varias ocasiones, que vuelvan antes
de tiempo al trabajo sin saber si eran o no portadores. Todo esto no lo han
hecho voluntariamente, si no forzados por sus respectivos superiores
(incluyan aquí directores de hospitales, consejeros autonómicos y ministros del
gobierno). De ello se han quejado amargamente en voz alta. Saben que cuando se
acabe este gran brote de pandemia, harán limpieza no renovando a todos los que
contrataron de refuerzo, y que incluso según vaya la economía, puede que en un
futuro próximo sufran recortes de sueldo.
Su
elevación a los altares fue un producto de marketing parte por los medios de comunicación,
a falta de una referencia “heroica” entre los políticos, y parte de los propios
políticos, para distraer la atención de las carencias sanitarias y de ellos
mismos. Son muy bonitos los agradecimientos, aplausos y tal. Pero lo único que
quiere (y siempre ha querido) el personal sanitario son contratos dignos y
condiciones de trabajos seguras. Como todo el mundo.
2 comentarios:
Trístemente es así, desde la crisis que nunca llegó a terminar se ha precarizado mucho a todos los trabajadores de la sanidad, y no sé yo si les mejorarán las condiciones (lo que incluye contratar a más personal de forma indefinida) después de esta crisis sanitaria... Ese sí que sería un premio merecido para ellos (y los usuarios).
Es muy improbable. Si antes de esto los gobiernos pensaban que con las condiciones que había ya les valía, en cuanto pase el pico volverán a ellas. No van a gastar mas inútilmente (pensamiento de gestor político)
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