Vamos
camino de estar dos meses en Estado de Alarma, prorrogado quincenalmente. Y para
la próxima prorroga, Pedro Sánchez no la pedirá de 15 días, si no de 1 mes o más,
para poder terminar su plan de desescalada por fases. Diciendo además con la
boca pequeña que espera que sea la última, pero no descartando que vaya a pedir
otra. Yo creo que el Congreso no debería concedérsela.
Este
Estado de Alarma se aprobó con la idea de dar el mando único al Gobierno
Central, para que pudiera coordinar y optimizar los servicios en todo el país,
y restringir la movilidad de la ciudadanía para reducir el efecto del virus.
Pero los resultados han sido bastante pobres: La gran dificultad en comprar
material por el Ministerio de Sanidad (siendo suplido por las autonomías, o
dependiendo de ayuda de particulares como Amancio Ortega), las autonomías
reteniendo su mando de facto sobre sus servicios sanitarios, policías multando
a la gente basándose en la ley de seguridad ciudadana (que no tiene nada que
ver con esto, y veremos en que quedan muchas de esas multas).
Sobre
la movilidad, ya antes de que empezaran a permitir a la gente salir de pase a
la gente, había habido un repunte de gente por las calles. Ahora siempre hay
bastantes en las calles (sin contar las colas en todos los sitios). Además lo
de la prohibición de salir de los municipios y/o provincias dista mucho de ser
infranqueable. Cierto que se incrementan algo las vísperas de festivo los
controles, pero no dejan de ser brindis al sol. Conozco personalmente 2 casos
de personas que han salido de la Comunidad de Madrid (en transporte público y
privado), sin que hayan visto ningún control. Igual que el de reunión. Hartos
estamos de historias de varias personas en casas que no son sus hogares.
Encima
para aprobar su última prorroga, el gobierno ideo una especie “cogobernanza”
con las autonomías, que les permite a cada una hacer de su capa un sayo. Ejemplo
paradigmático es el País Vasco, que está haciendo sus propias medidas sobre
movilidad, educación, etc. Algo que
pretende aumentar para conseguir que les den otra. Eso hará que cada autonomía
haga y deshaga sus propias restricciones, según sus criterios.
¿Entonces,
en que se queda el mando único? Supuestamente solo en Sanidad y en la restricción
de los derechos de circulación y reunión. Pero ya era Sanidad quien tenía el
mando total (que se lo digan al Ministro de Comercio). A falta de la letra
pequeña (algo que hay que revisar mucho tras los anuncios superficiales de este
gobierno), lo mollar seguiría quedando en manos del Gobierno Central. Vamos, lo
que realmente hacia hasta ahora. Y por eso mismo, con un gobierno que hace mas
trampas que James T. Kirk jugando al Fizzbin, no se le debe conceder un estado
de alarma tan largo, para que haga y deshaga lo que quiera, metiendo morcillas
en sus decretos (COF Iglesias al CNI COF) o inventándose fases que no existían
(¿ni fase 0 ni fase 1, en serio?). Ya si empalma con las tradicionales
vacaciones de verano, no se les ve el pelo a los del gobierno en el Congreso en
meses. El Gobierno ha abusado del Estado de Alarma (varios juristas han dicho
que algunas de las medidas promulgadas se parecían más al Estado de Excepción).
Ni ha dado un solo paso en preparar esas supuestas leyes, que anuncian cual
caramelito, para evitar tener que recurrir a él ante idéntica situación. Alguna
información apunta, a que podría intentar mantener el Estado de Alarma mientras
las tramita. Por la lenta tramitación de leyes últimamente (dado la cantidad
de enmiendas que presentan normalmente, y más en este caso al tratar
competencias autonómicas), eso duraría meses.
Dado
que es evidente de que no va a estar disponible una vacuna próximamente, la
única solución es volver a lo más parecido a la normalidad posible. Con
restricciones de aforos, gente con mascarillas y distancia social, como poco a
poco se va imponiendo. Pero esa va a ser la tónica de los próximos meses.
Dilatarlo es un ejercicio fútil, que solo aplaza lo inevitable, mermando los
pocos ahorros de millones de personas. Desgraciadamente, nos tendremos que
acostumbrar a esto por una buena temporada. Pero esa es la solución, y no el
dar al Gobierno poder sin apenas control.
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