jueves, 16 de junio de 2016

Reflexiones antes del 26J I: Campaña electoral, esa experiencia religiosa

Durante las campañas electorales, oímos a todos los partidos políticos desgranar sus propuestas y programas electorales. Luego, si llegan al poder, suelen encontrar alguna escusa para no hacer esto o lo otro de ellos: que si la herencia recibida, que si la crisis mundial, que si no hay consenso, etc, etc.

En esta ocasión, está resultando incluso más descarado que antaño. Los partidos muestran números, y propuestas que suenan, por decirlo finamente, súper-mega-excepcionalmente optimistas. En la era de la información, sabiendo que la deuda pública de España ha llegado al 100%, que Bruselas nos pide más “medidas” (aquí recortes). Que muchos ingresos los basan en cosas como “lucha contra el fraude fiscal”, "racionalización de las administraciones" e “impuestos a las fortunas más altas” (las coletillas de todas las campañas). Ya no es que parezca que están viviendo en “Los mundos de Yupi”; sino directamente en “Barrio Sésamo”, y un mundo lleno de luz y de color.
Cada vez es más difícil, aunque hay gente que lo hace, el creer las promesas de campaña de los partidos. Generalmente, son castillos en el aire que desaparecen al día siguiente de las elecciones. Pensar que realmente van a hacer todas esas promesas, queda reducido a una simple cuestión de fe.


¿Y tú, crees en ellos? 

3 comentarios:

Neovallense dijo...

Algunas promesas son más creíbles que otras, desde luego (aumentar la presión fiscal por arriba se puede hacer, la cuestión es que lo hagan xD), pero a estas alturas escuchar a Rajoy decir que va a seguir las mismas políticas que esta legislatura... pero que no va a hacer recortes, resulta del todo increíble (por no hablar de caradura/descaro).

Ernesto Makimura dijo...

A los caraduras no se les puede creer nada. Si había alguna duda sobre sus "promesas electorales", quedaron descartadas después de las elecciones de diciembre.
En ellas pudimos ver como los partidos de siempre (ppsoe), seguían en la misma línea; y las cartas de los nuevos eran humo y pólvora mojada. De no haberlo sido, ya tendríamos gobierno, pero nadie estaba dispuesto a negociar y tener que pactar.
Antes, la palabra que daba miedo en política era "dimisión", ahora se demonizan los "pactos" en los cuales nadie está dispuesto a ceder, poque, claro "pactar" supone no poder hacer todo lo que te dé la gana en el gobierno.
Yo me rio mucho ahora cuando en esta campaña de verano salen voces diciendo que tiene que gobernar la lista más votada. Muy bien, vale, y entonces, ¿como piensa gobernar realmente?, quiero decir, sin mayoría. En esa situación, cada vez que "la lista más votada" establezca una medida, todos los demás dirán que no, y claro si cada vez que uno de los cuatro propone algo, los otros 3 a capón lo reproban, pues que quieres que te diga, así no hay gobierno, pero claro, es que "pactar" es el nuevo coco.

Bibliotecario dijo...

- Neovallense: Es que Rajoy no ha hecho recortes, ha realizado "reformas estructurales". Que en Bruselas dice que hará, y en España que si las cosas van bien, pa que. El que las cosas vayan a ir "bien", es verlo con las gafas de color de rosa.

- Ernesto Makimura: Estoy pergeñando una entrada al respecto de como van a "gobernarnos", con estos números. Va a ser "interesante".