Una de las virtudes que pregonan los hospitales, es la “información diaria a los familiares” sobre el estado de los pacientes. Sin embargo, esa “actualización” dista mucho de ser clarificadora.
Al principio nos lo pusieron muy negro, afirmando que las primeras horas eran criticas, e incluso diciéndonos un día que si no mejoraba de inmediato, podía no pasar del día siguiente. Aunque mejoro, a partir de entonces todos los días nos decían lo mismo: “Esta un poquito mejor”. Los primeros días esto era alentador, pero con el paso de estos, esa coletilla comienza a convertirse en irritante, hasta el punto de querer agarrar al médico de turno por las solapas de la bata, y zarandearle pidiéndole más explicaciones.
Entiendo que no se quieran mojar mucho, especialmente con la evolución de ciertas enfermedades. Pero esa falta de claridad puede llegar a ser desquiciante.
1 comentario:
Si siempre te dicen lo mismo es normal que te desquicies, también es lógico que los médicos no se quieran mojar mucho para curarse en salud, pero esta ambigüedad solo puede generar ansiedad en los familiares.
Armarse de paciencia (e insistir a los médicos a la vez) es la solución, pero no es fácil.
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