Escribo
esto, a riesgo de quedar desfasado debido a la velocidad con que se suceden los
acontecimientos políticos (dignos de la
velocidad absurda).
En
menos de una semana, se ha pasado de la cooperación entre los gobiernos de la
Comunidad Autónoma de Madrid y el de la Nación, a una guerra fratricida
multimedia. Desgraciadamente, esto no es una excepción. Es a lo que se ha
reducido la política española desde hace años, en todo su esplendor. Vamos a
intentar analizarlo:
-
Postureo: El lunes se reunieron Sánchez y Ayuso, para
dar una rueda de prensa con un montón de banderas detrás. Hicieron discursos
vacios de medidas concretas, para simplemente anunciar la creación de un equipo
de colaboración entre ambos gobiernos. Algo totalmente innecesario, pues todas
las Comunidades ya se comunican con el
Ministerio de Sanidad, aportando datos y pidiendo ayuda cuando quieren.
- Cálculo político: En vez de hacer una reunión discreta, o privada, Sánchez anuncio su visita y ha ido cuando las cifras del Covid están muy altas en la Comunidad de Madrid, y su gobierno mas contestado. Sin que la reunión entre dirigentes sea mala, ha ido en el momento en que parte de la opinión pública, vería su visita como la del Salvador de Madrid.
-
Dispersión de costes electorales: Ayuso recibió a Sánchez
con fanfarrias, aceptando la ”nueva” cooperación entre gobiernos sin
problemas. Así tenía una excusa de que si las cosas empeoraban mucho, no era
solo culpa de la CAM, sino también del Gobierno Central. Por otra parte,
también la gestión del Gobierno Central tiene contestatarios; al emitir la
imagen de Sánchez en Madrid, parecía que el Gobierno volvía a implicarse a fondo
en luchar contra la pandemia.
-
Aversión al coste político: Parecido a lo
anterior, pero con la diferencia de que son medidas que ningún político quiere tomar nunca, por temor al altísimo
coste electoral. Aquí sería la de confinar Madrid capital, o la Comunidad
entera. Tanto el gobierno autonómico como el central, pueden hacerlo sin
necesidad del otro. Les basta con pedir el Estado de Alarma, y tienen 15 días
garantizados. Sin embargo, independientemente de los réditos sanitarios, el
coste político seria gigantesco. Y después de esa quincena, si quisieran prorrogarlos,
deberían defenderlo en el Congreso. Vistas las últimas prorrogas, sería un
debate que nadie está seguro de ganar pese a todo.
-
Debatir es imponer mi voluntad: El órgano de cooperación
que formaron la CAM y el Estado, era supuestamente para debatir y sacar propuestas
consensuadas entre todos. Lo que se ha visto es que la CAM quería poner
sus medidas, y el Estado las suyas. Nada de negociarlos. O las mías o las mías.
-
Usar los medios para atacarse: Aunque no es algo
reciente, debido al auge de las redes sociales, en los últimos tiempos cada vez
va más. Usan estas los políticos e incluso organismos oficiales, para atacar al
contrario, exigirles cosas, o desprestigiarles. El colmo es que el Ministro de
Sanidad, contraprogramara una rueda de prensa mientras la CAM anunciaba en otra
sus medidas. Como si fueran A3 y T5, peleando por la cuota de pantalla. Además
unos y otros, “filtran” a los medios documentos, versiones partidistas de los
hechos o actos futuribles, en una absurda guerra mediática.
-
La invocación a los expertos: Ante casi cualquier
problema, los políticos tienden a ampararse en los “expertos” para justificar
sus decisiones. El Gobierno del Estado los invoco continuamente durante el
Estado de Alarma, aunque no quiso que se supiera quienes son. Aquí la CAM invoca a los suyos para sus medidas, y
el Gobierno a los suyos para que las cambie. A cada uno solo les valen los “expertos”
que avalen sus medidas. Aunque teniendo en cuenta que las recomendaciones
sanitarias sobre el Covid, no paran de cambiar ante la novedad del virus,
hablar de “expertos” sobre el tema puede resultar bastante aventurado.
-
Esto vale para unos, pero no para otros: Es muy común que lo
que hace el contrario político este mal, pero si lo hace el nuestro o está
bien, o es mucho menos malo. Las últimas declaraciones de Illa ponían el límite
para el confinamiento de Madrid en una incidencia superior a 500 casos por
100.000 habitantes. A día de hoy, en la Comunidad Autónoma de Navarra había más
de 662 casos, 464 en La Rioja, 417 en Castilla –La Mancha… y no ha habido ni
una palabra al respecto de los responsables estatales de Sanidad. Si ponemos
unos límites, limites para todos en todo momento ¿No?
Al
final, Madrid es solo la muestra de las miserias actuales de nuestra clase política.
Incapaz pase lo que pase de colaborar, salvo que sea para darse garrotazos. Al
menos tenemos el pequeño rayo de esperanza de que existan personas como el
doctor Emilio Bouza, nombrado portavoz del grupo Covid-19 Madrid-Estado. Este
ha dimitido 2 días después de ser nombrado, tras ver el espectáculo de los políticos.
Certero análisis. Muy triste.
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