Hace
días que varios articulistas sugieren a Pablo Iglesias, con más o menos mala
leche e intención, que ofrezca sus votos gratis a Pedro Sánchez, sin acuerdo
programático de legislatura. Así el PSOE pasara una legislatura tortuosa,
debiendo pelear cada voto en todas las iniciativas parlamentarias que tuviera.
Quizá
prevenidos por estos artículos, el PSOE ha verbalizado por boca tanto de Sánchez
como de la ministra Montero, que una investidura sin tal acuerdo provocaría
problemas de gobernabilidad, y no estarían por la labor. Al mismo tiempo, los articulistas
insisten en la idea de que si Iglesias dijera
al Rey en la ronda de consultas que daba sus votos a Sánchez; esto le pondría en
un gran aprieto, obligándolo a elegir entre rechazar el encargo del Rey, o una
legislatura dura. Incluso parecen salir fuentes del PSOE ratificándolo.
Pero
¿Y si la trampa no fuera para Sánchez, sino para Iglesias?
Desde
las elecciones, el PSOE no ha parado de
pedir la abstención del PP y CIUDADANOS, para que “desbloquearan la legislatura”.
Si ello pasara, el PSOE tendría exactamente los mismos problemas para legislar.
Entonces ¿Es otro cambio de opinión? Puede ser; en los últimos tiempos, el
criterio del PSOE ha demostrado no ser muy firme. Sin embargo, también ha
demostrado una capacidad inusual para lanzar globos sondas. ¿Y si lo de la
posibilidad de rechazar la investidura fuera un cebo? En su corta estancia como presidente del
gobierno, Sánchez no ha demostrado una gran capacidad de tejer alianzas. En
muchas ocasiones las negociaciones de las votaciones se reducían a un decir a
los demás partidos “vosotros veréis si os atrevéis a votar en contra”. Además
se presento a la investidura tras unas “negociaciones” con PODEMOS bastante
displicentes. Y aun con ellos, no tendrían mayoría absoluta en la cámara. Para
ello tendrían que haber negociado con PP o CIUDADANOS, pero no hicieron ni el
intento.
Independientemente
de sus palabras, todas las acciones del PSOE parecen encaminarse a no compartir
el gobierno de España, independientemente de las dificultades que suponga
gobernar en solitario. En su momento ya hablaron de la “geometría variable”
para llegar a acuerdos. Si viendo la actitud de Sánchez hasta ahora, alguien
piensa que se le pasaría por la cabeza renunciar a ser presidente pese a no
poder gobernar en condiciones, está muy equivocado. Eso de gobernar es para los
secundarios. El con su Falcon para poder ir a reuniones internacionales (o
guateques nacionales) y presumir, ya tiene bastante.
Con tal de gobernar, lo que sea. Les da igual el camino, lo importante es el sillón. Es en lo único en lo que TODOS nuestros políticos están de acuerdo. "hagamos todo, todo, menos dimisión" que decían en la zarzuela "el rey que rabió".
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